La mejor manera de esconder una caja fuerte empieza por escoger la correcta

Las cajas fuertes proporcionan seguridad extra a los bienes que se encuentran en el interior de los hogares y empresas. Cada vez es más común adquirir una de ellas, en especial para aquellas personas que tienen la necesidad de proteger objetos valiosos que no utilizan diariamente.

Tener una caja fuerte nos proporciona mayor seguridad a nuestros objetos de valor y además, se va a convertir en una garantía de esos objetos, ya que la mayoría de seguros de hogar se van a hacer responsables de los elementos que haya en su interior en caso de hurto.

Conviene tener en cuenta antes de adquirir un modelo, dónde y cómo hay que colocarlo. Esta elección puede ser incluso más crucial que el tipo de caja por el que finalmente nos decidamos.

¿Cómo esconder una caja fuerte atornillada?

Las cajas fuertes pueden atornillarse al suelo o a la pared sin necesidad de ser empotradas. Son las más habituales entre los hogares, sin embargo, son las más complicadas de ocultar. Sin embargo, si ya dispones de una de estas cajas podemos establecer unos lugares donde su ocultación será más efectiva frente a un supuesto robo:

La habitación de los niños: Puede ocultarse entre armarios, ropas y cunas siempre hay algún rincón en el que colocar la caja sin que resulte demasiado visible. Si un ladrón entra en casa, la habitación de los más pequeños será el último lugar en el que se le ocurra mirar.

La cocina: lo extraño de esta ubicación es precisamente lo que la hace efectiva. Además, puedes disimularla dentro de un armario, la alacena o en el interior del cajón con utensilios.

Las cajas camufladas

Estos modelos tienen diseños en forma de apagadores, refrescos o libro. Se disimulan como un objeto cotidiano, pero en realidad son pequeños refugios que guardan los objetos de valor a simple vista.

Cajas fuertes de empotrar

Las cajas fuertes para empotrar pasan completamente inadvertidas (si están bien disimuladas) y es muy complicado llevárselas ya que la mayoría se encastran recubiertas de concreto.

Estos modelos necesitan de un tercero para ser instaladas, aunque si no deseas encargar a un profesional externo el trabajo de empotrar la caja (por seguridad, por ahorro o por comodidad) también puedes hacerlo tú mismo, algo que te va a exigir paciencia y un poco de habilidad.

El hecho de que estas cajas vayan empotradas las convierte en objetos muy escondidos. Para lograr una ocultación total es recomendable colocar delante una estantería o un mueble para disimularlas en su totalidad.

Cajas fuertes de empotrar camufladas

Estos modelos pasan completamente desapercibidos. En general son de pequeño tamaño y pueden simular rejillas de ventilación, tomas de teléfono o enchufes. Estas cajas fuertes son muy demandadas por su discreción y precio, ya que, aunque no cuentan con una seguridad física equiparable a las cajas fuertes de empotrar “estándar”, su discreción las hace únicas.