Algunas posesiones son tan valiosas que hace falta guardarlas en un sitio muy seguro para evitar su robo. Otras veces, es necesario resguardar documentos de vital importancia, y para esto nada mejor que elegir una caja fuerte. Para ello, una de los primeros factores a tomar en cuenta es el tamaño del cofre que dependerá de lo que se quiera guardar en ella. 

Pero, también hay que fijarse en el sitio donde se colocará. Si la vivienda es propia y se puede invertir en una obra para instalarla, se debe escoger un sitio discreto. Las estadísticas apuntan a que la mayoría de los ladrones buscan las cajas fuertes en los dormitorios, así que no está de más escoger otra ubicación. 

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Características de las cajas fuertes

Una caja fuerte, por naturaleza, está diseñada para resistir y no ser abierta. Algunas cuentan con un tratamiento ignífugo que las protege en caso de incendios, y también pueden combinarlo con resistencia al agua, en caso de rotura de tuberías o inundación. La fabricación de estos contenedores está regulada tanto para América como en Europa, así que vale bien adquirir una caja fuerte certificada. 

Otra de las características de la caja fuerte es la diferencia en el método de apertura. Algunas cuentan con una pantalla electrónica para activar la puerta por combinación, pero este mecanismo se alimenta con baterías. Su desventaja es que hay que tener una forma alterna de abrirla, muy regularmente mediante el uso de una llave. 

La forma tradicional del mecanismo de apertura de la caja fuerte es el mecánico. Con la aplicación de una combinación determinada se puede acceder al interior. Aunque implica un mayor trabajo y precisión, este tipo de cajas fuertes han resistido el paso del tiempo y la llegada de la tecnología por su fiabilidad. 

El secreto para elegir una caja fuerte

Una de las principales fortalezas que hay que buscar a la hora de elegir una caja fuerte es el peso. Sea para empotrar en una pared o no, la caja fuerte debe ser lo más pesada posible, para evitar que los posibles ladrones carguen con ella. Tenerla oculta, en un sitio impensado y con el conocimiento de muy pocas personas es clave para su función.

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